Entrades

S'estan mostrant les entrades d'aquesta data: juliol, 2011

"Buenas noches, ángel mío, que duermas bien"

Imatge
Quisiera dedicar unas líneas al padre de Amy Winehouse. Como siempre me digo, la muerte es obscena para quien se queda. Para quien se va… pues mira, para un ratito minúsculo que uno está aquí, tanto da que este sea más o menos largo. Sin embargo, quien se queda, se queda para vivir la ausencia. Ausencias que muchas veces son como un alambre espinado que zigzaguea el corazón a cada bocanada de sangre. Hoy publicaba la prensa el último mensaje de Mitch Winehouse a su hija Amy. Les comento que aun no he conseguido leerla de una tirada sin sentir agujas en mi garganta. "Buenas noches, ángel mío, que duermas bien. Tu papá y tu mamá te quieren muchísimo" . Mitch Winehouse podría haber dicho otras cosas, incluso podría haber callado, o podría haber rasgado su corazón a tiras frente a unos medios de comunicación ávidos de lágrimas descontroladas. Pero lejos de perder la dignidad, le ha dado las buenas noches a su niña, en un sueño sin despertar. Seguramente como lo hiciera otras ve

- ¡Como te estás poniendo!

Imatge
Hace unos meses, mientras estaba apoyado en una máquina de café que me preparaba el desayuno, un imbécil se me acercó con ganas de fastidiar. El imbécil en cuestión, me agarró por un michelín y exclamó: - ¡Como te estás poniendo! Independientemente de que mi peso fuera excesivo, considero una falta de tacto, una impertinencia fuera de lugar, y una carencia absoluta de saber comportarse, decirme cuán gordo le parecía que yo estaba, sin habérselo preguntado. Pudiera haberle soltado un buen exabrupto, pero semejante calaña de tiparracos-as no suelen dejarse afectar por aquello a lo que ya están acostumbrados. Es más, no merece la pena ponerse a la altura de ejemplares así. Siempre he sentido mucha aversión por aquellas personas que dicen las cosas a bocajarro, sin pensarlas, bajo el pretexto de que ante todo; uno debe de ser sincero consigo mismo, por encima de todo, y arda Roma si me muerdo la lengua. ¡Y una mierda! La gente que no piensa lo que dice, merece de todo mi desprecio. Evid